"2023, AÑO DE LA INTERCULTURALIDAD"


UNIDAD DE ESTUDIOS SUPERIORES DE ALOTEPEC (UESA)     Clave: 20ESU0004Q


     Historia de SANTA MARIA ALOTEPEC


 

Tiempos atrás, los ayuuk vivían como una sola familia con el lazo fuerte de la  inclinación por el bien común, sin embargo, por la inobediencia que mostraban en la época del imperio mexica resultaron incómodos para esta y otras culturas dominantes, específicamente, para el imperio mexica, puesto que nunca se acataron a los mandatos de Moctezuma.

Hernán Cortés tampoco pudo adentrar su ejército en la nación mixe. Empero, con la llegada de los españoles se rompió esta amistad entre ellos, comenzando la fragmentación del pueblo ayuuk, ya que algunos habían caído en manos de los frailes dominicos a través de la evangelización, mientras que otros oponían resistencia por defender su cosmovisión y territorio. 

Los frailes encargados de la evangelización buscaron la forma de adoctrinar a los mixes imponiéndoles la religión católica, así los españoles consiguieron la conquista espiritual de los ayuuk.

A pesar de ello, un grupo de mixes llegaron a habitar un lugar que actualmente se conoce como Wintan’äänk “frente a la cueva”, un lugar donde el suelo es apto para la siembra de frijol, maíz y calabazas. Los evangelizadores, al darse cuenta de que había gente viviendo en aquel lugar, comenzaron la persecución pero, por tratarse de una minoría, los ayuuk emprendieron el viaje con destino a la montaña llamada “Mujer dormida”, llevando consigo comida suficiente para su estancia en aquel lugar. 

Se cuenta que en la montaña encontraron una pequeña laguna y a lado de ésta una serpiente que era la dueña de ese lugar. En la montaña colocaron barreras con piedras grandes para defenderse de sus enemigos, se dice que cuando sus adversarios querían avanzar a la montaña, la tribu ayuuk movía y rodaba una de las piedras para aplastar a sus combatientes. Por desgracia, pronto se les acabó la despensa y por más que opusieron resistencia cayeron en manos del dominio evangelizador, siendo trasladados a la congregación establecida en Santiago Atitlán.     

A estas alturas las congregaciones se habían extendido por casi toda la región ayuuk, por mencionar algunas estaban las de Quetzaltepec, Cotzocón, Totontepec, entre otros. Éstas se encontraban expandiendo su territorio; los atitlecas, con la misma ambición y no queriendo ser rebasados por otras congregaciones, organizaron a sus presos para cuidar una supuesta colindancia, turnándose por cada año una familia, el principal dictador atitleco, que también era un sacerdote, le entregó a la primera familia una imagen de la “Virgen de la Asunción”, protectora y escudo que marcaba el límite del ejido de Santiago Atitlán. 

En sus inicios, los colinderos se turnaban cada año, pero en una ocasión, la familia que estaba en turno ya no quiso regresar a la congregación, en consecuencia, muchas familias se quedaron a vivir en dicha colindancia, esta situación provocó que el sacerdote amenazara a las familias con excomulgarlas. La nueva tribu ayuuk  no hizo caso a la riña puesto que era algo ajeno a su contexto vivencial. A este lugar en sus inicios lo nombraron Nääx’ookm “el límite de nuestra jurisdicción” pero hoy día se conoce como Koonaap’ookm “el antiguo lugar de Alotepec”.

De esta manera renacía nuevamente la tribu ayuuk independiente, empero, por tratarse de un lugar abrupto no apto para la agricultura, se trasladaron cerca de Cotzocón donde precisamente hay una cascada, ahí construyeron una iglesia dedicada a la Virgen de la Asunción y retajaron el lugar para la construcción de la misma, hoy en día ese lugar se conoce como Tsäjptëjkkopkwintuum en el lugar de los cimientos de la iglesia”. Sin embargo, la geografía del lugar no les favoreció, lo que ocasionó que se mudaran por tercera vez. 

En las faldas de la montaña Naapkaatswintuum “frente al peñasco” en la comunidad actual, solían escucharse las voces de la gente, el cantar de las aves de corral, los caballos relinchando y el susurro del viento, lo que generó en las familias un gran interés por explorar la montaña, pero antes llegaron al lugar conocido como Nëëtaaje’py “donde se escarba el agua” en el que ahora se ubican las instituciones educativas correspondientes al bachillerato y la licenciatura, se establecieron durante un periodo, junto con la imagen de la Virgen de la Asunción, a la cual le construyeron una capilla, sólo que por tratarse de una imagen religiosa ajena a la cultura mixe, los nahuales caían sobre su capilla en forma de relámpagos.  Se dice que la capilla ardió con facilidad porque el techo estaba hecho de paja seca, pero pronto observaron que la imagen ascendía hacia el cielo como dirigiéndose hacia la cima del cerro, dejando a todos conmovidos. De esta manera la montaña adquirió un símbolo de vida e identidad para la comunidad de Alotepec, que hoy en día se conoce como la montaña sagrada “La mujer dormida”. Las familias seguían explorando la comarca a fin de encontrar un lugar digno  de habitar y con suficiente agua, sucede pues, que en el pie del cerro “la mujer  dormida”, yace un río que tiene por nombre Poo nëë “río tlacuache”, el cual atraviesa el centro de la comunidad actual, por esta razón quedaron satisfechos al trasladarse de Neetaaje’py a Naapkaatswintuum. De esta manera se funda la comunidad de Alotepec con las pocas familias que había en ese momento. 

 

Tomado de “La reconfiguración de la narrativa ancestral y su preservación en la memoria” colectiva de Alotepec, Mixe, Oaxaca  de Gilberto Ventura Ortiz  2021.

 


Publicado el: 2022-06-14
A las: 11:36:43